Nunca imaginé que el boxeo sería más que un deporte para mí; pensaba que era solo una forma de ejercicio, un medio para mejorar mi condición física. Pero lo que comenzó como una simple actividad en el gimnasio pronto se transformó en algo mucho más profundo. El boxeo no solo cambió mi cuerpo, sino mi mente, mis hábitos y mi vida.
A raíz de mi lesión, me convertí en entrenador y desde entonces, he iniciado una trayectoria exitosa, posicionándome como un referente internacional en el boxeo y las MMA.